En un contexto donde el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva que promueve las criptomonedas y buscar convertir el país estadounidense en el líder mundial en lo que concierne a activos digitales, el sistema financiero dominicano mantiene una postura de precaución frente a la moneda digital, advirtiendo sobre los riesgos asociados y prohibiendo a las instituciones financieras operar con ellas.
El Banco Central de la República Dominicana (BCRD) ha enfatizado que activos como Bitcoin, Litecoin y Ethereum no cuentan con respaldo legal ni con la garantía del sistema financiero nacional, lo que deja a los usuarios expuestos a riesgos significativos.
Desde el 2017, la entidad ha venido alertando sobre los riesgos de las criptomonedas, reafirmando que la Constitución de la República Dominicana, en sus artículos 228 hasta el 230, consagra al Peso Dominicano como la unidad monetaria nacional y que ninguna entidad regulada está autorizada a operar con estos activos (criptomonedas).
También advirtió que su uso no está protegido por la legislación vigente, dejando a los inversionistas a su propio riesgo.
"Deseamos destacar que el Banco Central de la República Dominicana no regula, ni supervisa, ni garantiza en manera alguna estos activos como medio de pago a través del Sistema de Pagos en la República Dominicana", precisó el BCRD a a través de un comunicado.
En consecuencia, el Banco Central explicó que las instituciones reguladas del sistema financiero nacional no están autorizadas para usar ni efectuar operaciones con las monedas digitales dentro del Sistema de Pagos de la República Dominicana.
De igual forma, señaló que si una de estas instituciones se ve involucrada directa o indirectamente en la comercialización o uso de cualquier naturaleza de estos activos virtuales, podría verse sancionada en virtud de lo establecido en la Ley Monetaria y Financiera, en cuanto a la participación en operaciones prohibidas.
A pesar de estas advertencias, han surgido varios casos de estafa relacionados con criptomonedas en el país, principalmente a través de esquemas piramidales y plataformas de inversión fraudulentas.
En febrero de 2025, el Cuarto Tribunal Colegiado del Distrito Nacional lo condenó a cinco años de prisión y a pagar una multa de 25 millones de pesos. El fraude, valorado en 8,000 dólares, fue realizado mediante la captación ilegal de fondos. Gustavo López, otro implicado, también fue condenado.
Las criptomonedas siguen generando cambios profundos en la economía y la regulación global.
Según la agencia EFE, en América, tres países muestran realidades contrastantes: Estados Unidos flexibiliza su marco regulador bajo el segundo mandato de Donald Trump, Argentina lidera la adopción cripto en Latinoamérica, y El Salvador, tras haber sido pionero en hacer del bitcóin una moneda de curso legal, enfrenta un retroceso en su apuesta digital.
Bajo la nueva administración de Donald Trump, ha flexibilizado su marco regulador y promovido las criptomonedas como un eje económico. La Comisión de Mercado y Valores (SEC) ha reducido restricciones, permitiendo la expansión de fondos indexados de Bitcoin y Ethereum. Actualmente, se estima que 53 millones de estadounidenses poseen criptomonedas.
Se ha convertido en un referente cripto con más de 2.5 millones de usuarios activos y transacciones que superaron los 91,100 millones de dólares en 2024. Sin embargo, el gobierno de Javier Milei ha mostrado poco interés en fortalecer el ecosistema cripto.
Recientemente, Milei generó controversia al respaldar la criptomoneda $LIBRA, cuyo valor colapsó, causando pérdidas millonarias a inversores.
En enero de 2025, dejó de ser moneda oficial tras una reforma impulsada por el FMI a cambio de un préstamo de 1,400 millones de dólares. Actualmente, el 91.8 % de la población no usa la criptomoneda y los proyectos asociados al Bitcoin están en duda.
El Salvador hizo historia en 2021 al convertirse en el primer país del mundo en adoptar el bitcóin como moneda de curso legal. Sin embargo, la apuesta del presidente Nayib Bukele no tuvo el impacto esperado.
A pesar de las exenciones fiscales y la inversión de más de 300 millones de dólares en infraestructura criptográfica, el uso del bitcóin entre la población ha disminuido drásticamente. Además, a finales de enero pasado, El Salvador dejó de usar el bitcoin como moneda de curso legal.
A medida que el ecosistema cripto evoluciona, Estados Unidos, Argentina y el Salvador seguirán marcando el rumbo en la región, cada uno con sus propios desafíos y oportunidades. Entretanto, otros países de América también avanzan en esta tecnología con distintos grados de regulación y adopción.
Brasil lidera Latinoamérica con 26 millones de inversores en criptomonedas, aunque su uso cotidiano es bajo.
México cuenta con 3.1 millones de usuarios cripto y espera un crecimiento hasta 3.82 millones en 2027, aunque el Banco de México prohíbe su uso en instituciones financieras.
Venezuela es el segundo país con mayor adopción, aunque su criptomoneda oficial, el "petro", ha perdido relevancia.
Mientras algunos países como Canadá y Uruguay han aprobado regulaciones estrictas, otros como Guatemala, Ecuador y República Dominicana aún carecen de un marco legal para estos activos.
Sin embargo, las criptomonedas continúan expandiéndose y transformando las economías de América, un fenómeno que se espera siga en crecimiento en los próximos años.