Los recursos que envían los dominicanos radicados en otros países a sus familiares, se han convertido en una importante fuente de ingresos de divisas para el país y una ayuda inestimable al presupuesto familiar, permanentemente impactado por los vaivenes inflacionarios, que han ido elevando cada vez más la canasta familiar.
Las remesas tienen un efecto multiplicador en el consumo y en la inversión. Se han constituído en un elemento de gran ayuda social, en muchos países latinoamericanos, principalmente en centroamérica, donde existen mayores núcleos poblacionales de renta baja.
A pesar de que la mayor parte de las remesas procede de los Estados Unidos, donde las políticas migratoria y arancelaria de Donald Trump han provocado el abandono de los puestos de trabajo de miles de inmigrantes, además de la incertidumbre que generan las tensiones geopolíticas, el envío de las remesas no ha mermado, y en algunos casos, se ha incrementado, como está sucediendo con los dominicanos. El Banco Central analiza estos factores, aunque entiende que un elemento determinante en el incremento de las remesas actualmente, ha sido una mejora manifiesta en el empleo en EE.UU. durante el mes de marzo, además de que la diáspora continúa recibiendo una proporción importante de los reembolsos de impuestos estipulados por el Servicio de Impuestos Internos de EE.UU., lo que entienden mejora su capacidad de envío.
Según el Banco Central, en el mes de abril se recibieron US$954.6 millones, un aumento de 11.0 % comparado con abril de 2024, y de 12.1 % para el período enero-abril comparado con igual período del año pasado.
El impacto de las remesas ha pasado a ser tan importante para la economía del país, que ya forma parte del conjunto de segmentos generadores de divisas al país, junto con el turismo, las exportaciones y las inversiones extranjeras directas, responsables, en gran medida, de la estabilidad del mercado de divisas y al mantenimiento de las reservas internacionales.
Las proyecciones que hace un estudio del Banco Central, es que van en línea ascendente, estimando un ingreso para este año de alrededor de los US$11,000 millones.
Sin embargo, nos encontramos con una noticia muy preocupante, y es que el gobierno de Estados Unidos está incluyendo las remesas en los planes arancelarios del presidente Trump. Esta decisión sería desastrosa para nuestro país y el resto de la región, ya que impactaría muy negativamente en el ingreso de divisas y encarecería las operaciones de envíos, afectando este mecanismo de ayuda social a las familias más necesitadas.
El proyecto para gravar las remesas de los inmigrantes, presentado por legisladores republicanos, ya se encuentra en el pleno del congreso para ser debatido, pero adicionalmente se ha informado que el presidente Trump podría anunciar, de un momento a otro, un memorándum presidencial para "acabar con las remesas" enviadas por indocumentados desde Estados Unidos.
De aprobarse estas iniciativas, el ingreso de remesas al país podría sufrir una merma, por el encarecimiento de los envíos, y en el menor de los casos, si asumen el gravamen, una sangría en los salarios de los trabajadores en el exterior, o una reducción de los ingresos que reciben millares de familias dominicanas de renta baja, que verían reducir las partidas que reciben, en estos tiempos de encarecimiento de alimentos, medicamentos, bienes y servicios. Será además un desafío para el gobierno, ya que la merma que podría producirse en este renglón, trastornaría algunos de los parametros macroeconómicos, como el mercado de divisas y las reservas internacionales. Estaremos pendientes, pero es un serio problema que se cierne en nuestra economía y en la población más deprimida.