La agencia de calificación crediticia Moody’s rebajó el viernes un punto a la calificación de solvencia de la deuda de Estados Unidos, pasando de 'AAA' —la máxima valoración de las 21 que considera la compañía— a 'Aa1′, debido al aumento de la deuda pública y al pago de intereses "significativamente superiores" a otros países con calificaciones parecidas.
De esta manera, Estados Unidos pierde la primera posición en el ranking de calificación crediticia de la compañía Moody’s, el único primer puesto que mantenía el país en las tres grandes calificadores estadounidenses, después de que Flitch Ratings lo degradara en 2023 y S&P Global en el año 2011.
La compañía augura un aumento del gasto público debido un mayor desembolso por parte del Estado en materia de prestaciones sociales en los próximos diez años. También indica en su análisis, que los ingresos públicos se mantendrán prácticamente sin cambios. Indica Mood´ys que el desajuste en las cuentas públicas es probable que provoque un deterioro en el desempeño fiscal de la economía norteamericana en comparación con su propio historial y con otros países soberanos de alta calificación crediticia.
La reacción de la Casa Blanca no se ha hecho esperar y ha acusado al economista jefe de Moody’s de ser "Anti-Trump". El director de Comunicaciones de la Casa Blanca y asistente del presidente Donald Trump, Steven Cheung, ha dicho que: “Nadie se toma en serio su 'análisis'. Se le ha demostrado una y otra vez que está equivocado", afirmó en su cuenta de la red social X.