“Desde marzo de 2020, las autoridades han estado operando bajo un régimen de política monetaria excesivamente discrecional y zigzagueante, mientras que por la parte fiscal se ha perdido eficiencia con una inversión pública drásticamente reducida a menos de 2.2% del PIB de este año, situación que ha contribuido con una baja en el ritmo de crecimiento económico.
En este momento, el gasto corriente supera el ingreso corriente, situación que implica el endeudamiento gubernamental para financiar gastos con una tasa de retorno inferior a la tasa de interés de la deuda. Las autoridades han optado por reducir la inversión pública en más de dos puntos porcentuales del PIB, para evitar endeudarse. Esa medida ha limitado la contribución de la política fiscal al crecimiento económico.
La tasa de crecimiento del PIB para 2025 creo se situará en una tasa cercana al 2.5%. El desempeño de 2026 dependerá de la reacción global a la política arancelaria de Trump, así como de la política monetaria de la Reserva Federal, la cual condicionará la política del Banco Central de la República Dominicana”.
Jaime Aristy Escuder / Economista