Redacción de BANCA. El inusitado precio alcanzado por el oro en los mercados internacionales, que ya ha superado los $4,000 dólares la onza troy, pone en primer plano el tema de la situación y perspectivas de la producción de oro en el país.
La tendencia al alza que está manifestando el precio del oro, es explicada por los economistas, indicando que es un resultado consustancial a la incertidumbre que persiste en la economía mundial, lo que provoca que los capitales busquen los llamados “activos refugio”, siendo el oro su principal referente histórico.
Las exportaciones de oro del país se han recuperado ligeramente, tras un periodo de varios años con una tendencia a la baja. El economista Magín Díaz afirma, en un artículo publicado en la prensa y su página web, que las exportaciones de oro dominicano tuvieron una tendencia a la baja, durante el periodo 2013-2020, cuando cayeron de un promedio de 1.9% del PIB a 1.1% en los últimos tres años. Indica en el artículo de marras,, que de haberse mantenido en 1.9% del PIB, el valor de las exportaciones el pasado año 2024, el país hubiera alcanzado, por lo menos, los 1,000 millones de dólares adicionales.
Haciendo un ejercicio de proyección, Díaz considera que con el incremento que ha tenido el precio del oro en los mercados internacionales de haberse mantenido la producción de oro en 1.9% del PIB, las exportaciones por este concepto hubiesen alcanzado un monto superior a los 3,000 mil millones de dólares en 2025, calculando el precio de la onza troy en alrededor de los US$3,000 que es como se cotizaba cuando hizo la proyección, ya que en ese momento ese era el precio en el mercado internacional.
Por su parte el economista Andy Dauhajre afirman que las exportaciones aumentaron de US$1,122 millones en 2023 a US$1,461 en 2024, para un crecimiento de 30%. Observa como “muy positivo para nuestra economía, ya que los beneficios que obtendría el país por este concepto, ayudarían a reducir el déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos y que adicionalmente generaría un aumento inesperado en los ingresos fiscales aportados por la minería de oro.
Dauhajre sugiere que el gobierno, por la vía del ministerio de Hacienda se reúna con la empresa Pueblo Viejo Dominicana Corporation (PVDC), para dialogar y revisar los términos del contrato de explotación del oro, en cuanto a los pagos de los impuestos, pues entiende que hay algunas lagunas o inexactitudes en la redacción del contrato, que no ponen claro cual es el espíritu de la escala de los impuestos acordados. Entiende el economista que de aplicarse esos impuestos, como él concluye, en lugar de los US$286 millones pagados por PVDC, por concepto de Impuesto sobre la Renta y de la Participación de las Utilidades Netas (PUN), el gobierno habría cobrado US$436 millones, con el 32.55% del Impuesto Mínimo Anual (IMA) que aplica cuando el precio del oro es de US$3,000 o más por onza troy.
Está claro que por la situación que se ha presentado con el inusitado precio del oro y las observaciones que sobre el pago de los impuestos y las perspectivas de la minería de oro en el país, el tema adquiere un gran protagonismo y pasa a ser objeto de análisis y debates. Hasta el momento el gobierno no se ha pronunciado en torno al asunto, pero tendrá que hacerlo presionado por las circunstancias.
Aunque las exportaciones han dado muestra de una ligera recuperación, economistas como Magín Díaz (ahora ministro de Hacienda), indicaba en un artículo sobre el tema de las exportaciones de oro, que desconocía si la caída de las exportaciones de oro en el periodo (2013-2020) se debió a imprevistos en los procesos de ingeniería de la Barrick Gold o a la mala planificación de su expansión o fallos en sus maquinarias, o si en cambio se ha tratado de una falta de implementación de acciones por parte del gobierno, a retrasos burocráticos y de permisologías ambientales.
Todos estos elementos entran ahora en juego, pues está claro que se le debe poner atención especial a la minería de oro, y gobierno y sector privado fortalecer su alianza para aprovechar al máximo los beneficios que se deriven de la cotización del metal, que en estos días brilla esperanzadoramente para la República Dominicana.