Sábado 13 Diciembre 2025
Fundada en octubre de 1973

Ferias de empleos Vs. calidad de la demanda

  • Ramón Puello Báez
  • domingo 02 noviembre, 2025 - 7:52 PM
  • 5 minutos de lectura
  • Revista Banca
  • Comparte: 

Recientemente un conjunto de empresas de carácter industrial y de servicios, ofertaron 7 mil plazas de empleos para jóvenes, dentro de un programa conjunto que mantiene el ministerio de Trabajo junto a varias organizaciones empresariales, desde hace varios años.

Los empleos ofertados por las empresas e industrias privadas son los mejores, porque son los empleos formales, rodeados de una serie de beneficios a favor del trabajador, incluido el Estado como receptor de impuestos.

El gobierno ha utilizado la feria de empleos para promocionarse, indicando que estas ofertas de empleos son el resultado de una polìtica gubernamental que busca oportunidades para los jóvenes, sin reconocer que estas plazas de empleos son el  resultado del crecimiento económico que ha experimentado el país desde hace varias décadas, con los altibajos propios  de la actividad económica, lo que ha permitido que el empleo privado crezca anualmente, en la proporción del crecimiento de la Inversión Extranjera Directa (IED) y el dinamismo del comercio local. Los datos son siempre ofrecidos en los informes anuales del BCRD, año tras año.

Pongamos un ejemplo de lo que indicamos. En 2016, verbigracia,  en República Dominicana se generaron unos 148,532 nuevos empleos en promedio. La información fue ofrecida por el gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu, quien al mismo tiempo afirmó que el dato significaba una reducciòn de la  tasa de desocupación abierta promedio de 7.3% en 2015 a 7.1% en 2016, lo que resulta consistente con la evolución experimentada por la economía. Esta generación de empleos se manifiesta en crecimiento cada año, como puede verificarse en los informes oficiales.

Sin embargo, el principal aspecto del empleo en el país no radica en la cantidad de empleos  que el crecimiento económico oferta cada año, sino en la calidad exigida, antepuesta a la pobre calidad de la demanda laboral.

Hace unos meses, la Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios (ANJE), llamó la atención del país en torno a este tema, planteando la urgencia de alinear la educación superior y técnica con las necesidades reales del mercado laboral en la República Dominicana, a fin de enfrentar los retos de empleabilidad juvenil. Según los datos de un estudio realizado por la entidad empresarial, el 45 % de la matrícula universitaria se concentra en carreras como Educación, Psicología, Contabilidad, Medicina y Derecho, que registran el menor crecimiento salarial. En contraste, solo el 12 % estudia áreas de alta empleabilidad y remuneración, como STEM e Idiomas, siendo peor en el ámbito técnico superior, donde  apenas un 3 % de la matrícula corresponde a este nivel, pese a que es una de las áreas más demandadas por las empresas.

Entendemos que es ahí donde el gobierno debe emplearse a fondo para revertir esa situación. Mejorar todos los programas de formación técnica para nuestros jóvenes, con énfasis en las carreras tecnológicas más demandadas. El Instituto Nacional de Formación Técnica Profesional (INFOTEP), tiene estudios realizados desde el 2017 donde se detallan las especialidades que demandan las empresas en el país, principalmente las de carácter tecnológico, entre las que se mencionan : el blockchain, call center, desarrollo de animación 3D y de videojuegos, transformación digital para el empleo, cloud computing o diseño y desarrollo en las nubes, entre otras.

El problema es que existe una desconexión entre academia y sector productivo, que el ministerio de Educacion, Ciencia y Tecnología no ha podido revertir. Ahí es donde está el trabajo, sobre todo en el caso de la universidad estatal, una academia pública, que se gasta un alto presupuesto, cuyo mayor porcentaje se destina a gastos corrientes, pero además, es muy ridículo lo invertido en investigación y en carreras tecnológicas.

Nuestros jóvenes merecen la atención gubernamental, debido a las complejidades de su situación social y económica. Recordemos que República Dominicana es el tercer país de América Latina con mayor proporción de jóvenes que ni estudian ni trabajan (NINI), con un 26.6 % en edades de 15 a 24 años, que aumenta en el caso de las mujeres, a un  31.7 %.

Si estos datos no son suficientes para entender dónde hay que concentrar el esfuerzo en materia educativa, ya eso correspondería a un problema de desconexión con el desarrollo y los desafíos que demanda un mundo en constante transformación, donde los avances tecnológicos, animados ahora por la inteligencia artificial (IA), imponen mayor atención al rumbo que queremos darle a nuestro futuro.

Contenido reciente