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Uno de los grandes vicios del ser humano son los juegos de azar, un comportamiento que la ciencia ha denominado como ludopatía, o sea, una adicción patológica e irrefrenable a los juegos de azar.
Los dominicanos no escapamos a ese flagelo, que drena los recursos, de los más pobres, quienes creyendo que podrán superar su estado social con un golpe de suerte, invierten una buena parte de sus ya magros ingresos, en todo tipo de apuestas, principalmente en las bancas o loterías, que han proliferado como verdolagas en los últimos años. Según datos de noviembre 2025, de la Asociación Dominicana de Bancas Deportivas, hay alrededor de 3.500 negocios registrados, y muchos más ilegales.
La revista BANCA comenzó a informar de esta realidad desde muy temprano, en la medida en que los montos de las apuestas iban aumentando cada año y esto reflejaba un serio problema económico-social.
Su edición No. 185, correspondiente al año 1993, fue dedicada, a analizar ampliamente el caso, incluida su portada, bajo el título: “Los vicios en la economía dominicana”, donde se revelaba que los dominicanos gastaron más de 10 mil millones de pesos en vicios sociales durante el año 1992, entre ron, cervezas, cigarrillos, billetes y quinielas, carreras de caballos, bancas de apuestas, juegos de gallos, y las denominadas “caraquitas” o palé, especie de bancas barriales no controladas. También el “fracatán” y el “rapaíto”.
El editorial de BANCA en la ocasión, se refería al tema de los juegos de azar, indicando que “los vicios disminuirán, cuando mejoremos la educación del pueblo dominicano”.
Entre los hallazgos de la investigación periodística realizada, ofrecemos estos detalles: En 1992, se gastaron RD$10 millones en juegos de azar, lo que equivalió a un 10% del PIB de entonces, y a más de la mitad del presupuesto estatal de ese año; el consumo de cerveza fue de 38.5%, dos veces mayor que el consumo de leche fresca, que fue sólo de 15%.
Ese año se consumieron en el país 245 millones de cajetillas de cigarrillos de 20 unidades, un gasto de RD$4.7 millones diarios, superior a lo gastado por las secretarías de Estado, con excepción de la Presidencia. La población consumió ron, 46% más que lo invertido en educación por el gobierno, y la Lotería Nacional tuvo ingresos por RD$559.4 millones, un 69% más que lo invertido por el gobierno en salud pública, que fue ese año sólo de RD$408.4 millones. En 56 meses, de enero 1989 a junio de 1993, se jugaron en el país 281 millones de pesos en Carreras de Caballos.
Saque usted sus conclusiones!