(A propósito de los desafíos que enfrentamos en el nuevo año 2025)
Existe una expresión muy popular en el idioma castellano, que se emplea para indicar que hay unanimidad absoluta en los criterios con respecto a alguna acción o idea que debe llevarse adelante, y que todos están dispuestos a participar, esta es: “todos a una”.
Nos parece que dicha expresión tiene plena vigencia en estos momentos, por la cantidad de coincidencias entre economistas, políticos, analistas, comunicadores, y hasta en los funcionarios más conscientes del actual gobierno, al identificar cuáles deben ser los esfuerzos prioritarios en que el gobierno debe centrarse, para garantizar la sostenibilidad de la economía dominicana, ante los déficits que arrastramos, el permanente endeudamiento y los grandes desafíos que nos trae el nuevo año 2025.
El economista y ex gobernador del Banco Central, Guillermo Caram, ha utilizado una grafía retórica, para definir las debilidades de nuestra economía, señalando en un reciente artículo periodístico, que “la economía dominicana esta edificada sobre una base de arena”. La expresión puede parecer exagerada, pero no deja de tener mucho de cierto, sobre todo cuando lo explica, en su “Carta a los Reyes Magos”, que desea una economía “fuerte como roca, resistente a la lluvia, a las riadas y a los vientos”.
La carta de Caram es un memorial con los puntos fundamentales que hay que atacar. Su “solicitud” a los Magos de Oriente así lo expone: “Una economía cimentada en fiscalidad prudente: gastos que no sobrepasen recaudaciones para que no haya déficits. Gastos de mejor calidad para alcanzar una economía de satisfacción de necesidades: produciendo más y generando puestos de trabajo de calidad (formales), vía ideal para mejorar distribución de beneficios del crecimiento. Una economía sostenible, que no dependa del endeudamiento. Al 20/12/24 consumíamos 30% de recaudaciones, pagándose US$353mil millones en intereses y comisiones. Con estos recursos se hubiera podido construir 353 mil viviendas de interés social de RD$1 millón. Una economía competitiva, basada en estimular competencia, absteniéndose el Estado de fijar precios y márgenes de beneficios en sectores claves como transporte y energía”.
En algunas de sus peticiones , Caram luce bastante iluso, pero como es hombre de fé, lo plantea con sinceridad y esperanza. El veterano político, economista y ex gobernador del Banco Central, se queja de que sólo el turismo y los servicios sean las locomotoras del crecimiento, indicando que la economía pudiera tener la robustez de una roca, si estuviera edificada, además, en la agropecuaria y la manufactura, lamentándose de que estos sectores tenga un rezago de entre 10% y 13% con respecto al turismo y servicios.
Lo que plantea el Ing. Caram, ya lo han expresado, con otros enfoques y conceptos, un conjunto de experimentados expertos en la materia. Habría que agregar a todo esto, las incertidumbres que se ciernen en la economía, el comercio y la política internacional, recargada de factores negativos, entre los cuales sobresale el nubarrón de la ascención al poder de Donald Trump, cuyos planteamientos proteccionistas y sus prioridades migratorias, podrían causar problemas que afecten a los demás países, nosotros incluidos.
La gran pregunta es: ¿El presidentre Luis Abinader y su equipo están conscientes de esta realidad y tienen un plan y la voluntad para encararlo?….eso lo sabremos muy pronto!
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