Representantes de partidos políticos y el presidente de la Asociación de Clínicas Privadas, han denunciado la existencia de problemas financieros en el Sistema de la Seguridad Social, principalmente en la AFP (Senasa) y dificultades de sostenibilidad en las clínicas privadas, por la falta de reajustes tarifarios.
El Partido Fuerza del Pueblo, asegura que el Seguro Nacional de Salud (SeNaSa) enfrenta una grave crisis financiera y de gobernanza que pone en riesgo la estabilidad del sistema de seguridad social y la salud de millones de dominicanos.
Según los representantes de sector político, el déficit operacional acumulado del régimen subsidiado de SeNaSa asciende a RD$3,372.8 millones, y que la morosidad en los pagos a proveedores pasó de 0.97% en 2020 a 46.02% en 2023, y que se mantiene en 44% en 2024, de acuerdo con cifras que afirmaron provienen de la Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales (SISALRIL).
El representante de la Fuerza del pueblo, Dr. Ramón Alvarado, afirmó que “hay deficiencias en la prestación de servicios, retrasos en autorizaciones, morosidad en pagos y riesgo de quiebra para prestadores privados”. Indicaron que la situación requiere de una intervención urgente del presidente Luis Abinader, considerando que la misma ha surgido por una gestión politizada y clientelista de la entidad.
Los dirigentes de la entidad política también consideraron “como una amenaza mayor”, la propuesta del Gobierno de utilizar RD$10,000 millones de las reservas del Instituto Dominicano de Prevención y Protección de Riesgos Laborales (IDOPPRIL) para cubrir las deficiencias de SeNaSa.
“Eso sería una ignominia. Querer cubrir las fallas de gestión de SeNaSa con recursos del pueblo dominicano, sin explicaciones, sin transparencia y sin correctivos internos previos”, indicaron.
Los dirigentes advirtieron que, de continuar la situación, el colapso de SeNaSa tendría consecuencias devastadoras para el sistema de salud dominicano, y responsabilizaron al actual Gobierno de haber llevado a la entidad pública a una situación crítica por falta de planificación, transparencia y control institucional.
Las clínicas privadas al borde del colapso
Por su lado, el Dr. Rafael Mena, presidente de la Asociación Nacional de Clínicas y Hospitales Privados (Andeclip), ha denunciado que el sector financiero se ha ido apoderando del Sistema Dominicano de la Seguridad Social (SDSS), dejando la salud a nivel privado, entre la asfixia financiera y el cierre definitivo de decenas de centros médicos.
El galeno la emprendió contra las AFP privadas, considerando que son las únicas entidades del sistema de salud que obtienen beneficios. “Brindar atenciones de salud de calidad a la población supone un alto costo para los prestadores de servicios como las clínicas privadas, que tienen una asfixia económica, que con los años ha llevado al cierre de varios hospitales privados”, afirmó Mena.
Al participar en el Almuerzo Semanal del Grupo de Comunicaciones Corripio, Mena advirtió que el sistema de salud privado enfrenta una crisis sin precedentes debido a una combinación de desajustes económicos y falta de actualización en los pagos.
Además, indicó que desde la creación de la Ley 87-01 de Seguridad Social, las clínicas no cuentan con una legislación que las respalde.
Reveló que muchos centros privados de salud han desaparecido o enfrentan problemas económicos serios, mientras que la inflación acumulada desde que entró en vigencia la ley ha sido del 109 %, pero los reajustes tarifarios apenas han alcanzado un 25 % en algunos casos.
Indicó que desde que fue aprobada la ley de seguridad social, 26 establecimientos de salud privados, de los 138 afiliados a la entidad, han cerrado sus puertas debido a problemas económicos, y que las demás operan con tarifas congeladas y pagos retrasados por parte de las administradoras de riesgos de salud (ARS) y procedimientos como la “glosa”, que rechazan servicios ya ofrecidos, lo que afecta aún más la viabilidad financiera.
El presidente de Andeclip solicitó un aumento del 30 % en las tarifas que pagan las ARS por los servicios de salud, como una medida para equilibrar costos operativos.