“La República Dominicana atraviesa un momento económico sólido que podría convertirla en una economía desarrollada en los próximos cinco a diez años. El país mantiene un ritmo de crecimiento elevado y sostenido, por encima del resto de América Latina, con una proyección superior al 4.5 % para el próximo año.
El país muestra un bajo nivel de inflación, estabilidad política y social, un plan de desarrollo hacia 2036 con metas alcanzables, en términos de desarrollo, y una autonomía en el Banco Central. Otras virtudes son el aumento del PIB per cápita, la caída del desempleo, la reducción de la informalidad y de la pobreza, así como los bajos niveles de riesgo crediticio frente a otros mercados emergentes.
Estos indicadores colocan a República Dominicana en un importante sitial, que le puede permitir llegar a ser una economía desarrollada, tomando en cuenta el contexto de estabilidad política y social que vive”.
Felipe Larraín / Economista, exministro de Hacienda de Chile.